PARA QUE NOS VAYA BIEN, ES NECESARIO CONFIAR EN DIOS
Este es un día ideal
para que estemos con la mejor de las actitudes, agarrados y confiados de la
mano de El Señor, porque El es fiel y
para siempre es su misericordia.
Hoy iniciaremos con
lo expresado en el Salmo 145:1 y 14, que dice así: Te exaltare, mi Dios, mi Rey
y bendeciré tu nombre eternamente y para siempre, porque sostienes a todos los
que caen y levantas a todos los oprimidos. Esta es una hermosa promesa que está
disponible para los que deseen cambiar su lamento, en esperanza y confianza en
Dios; y todo esto es así, porque para que nos vaya bien en la vida; obligatoriamente tenemos que cambiar
nuestro lenguaje de derrota, por un
lenguaje de fe; e iniciar en cero, con
la ayuda de Jesucristo para caminar a su manera, o sea de la forma
correcta.
También es necesario
hacer nuestra la palabra de Dios, como
dice el Salmo 27:3, el cual dice que aunque un ejército acampe contra mí, yo
estaré confiado. Tenemos que hacer lo que
hace un guerrero de Dios, que lucha
contra todo pronóstico y vientos en contra.
Para tener éxito ante la vida, a partir de hoy tenemos que decidirnos a ser un vencedor, no un vencido, como dice
Romanos 8:37: Antes, en todas estas
cosas, somos más que vencedores. Levantémonos esperando que las misericordias
de Dios nos alcancen, aunque el panorama
parezca contrario. Vayamos todos los días, a la presencia de Dios, en oración y suplicas,
porque El Señor no desecha a un corazón contrito y humillado. Demos gracias por todo, por lo bueno, por lo malo,
lo regular, porque Dios en su momento de seguro que nos exaltara; creamos lo que
dice su palabra en El salmo 23, que aunque ande en sombra de muerte
su vara y cayado nos infundirá
aliento en todos los momentos,
pues su palabra no miente.
Finalmente, y aunque estemos pasando por un momento difícil, tenemos que esforzarnos, tomar aliento, aunque no nos sea fácil, porque
en los momentos de mas dificultad, es cuando más se hace necesario confiar en
ese Dios bueno, que permite las adversidades para bien; , porque nunca hemos visto a un justo desamparado, ni olvidado por
Dios quien es bueno, agradable y perfecto y no hay nadie
como El.
BENDICIONES, hasta
la próxima