Hoy quiero compartirles una interesante historia ficticia, que contiene una importante enseñanza, la cual por asunto de espacio está editada y es la siguiente:
“Había una vez, dos hombres se encontraban presos, cumpliendo una pena, injusta, ya que ambos eran inocentes y eran maltratados y humillados por los que estaban bajo su cuidado, pero, como nada es eterno, llegado su tiempo, les tocó salir de la prisión. Un día se reencontraron y uno le dijo al otro: Cuéntame, cómo estás?, ya olvidaste todo lo sufrido?, A lo que el otro, le contesta, de manera sabia, Claro, ya olvidé todo, gracias a Dios. Este, enseguida, le pregunta, al otro, ahora, cuéntame y tú?, y éste le contesta: No, no he podido olvidarlos, porque los odio con todas las fuerzas de mi alma. A lo que le contesta el más sabio: Que pena, lo siento mucho por tí, mi amigo, porque si eso es así, demuestras que aún, éstos te TIENEN PRESO”.
Esta es una anécdota, la cual, podemos bien adaptarla a nuestra vida, pues somos por naturaleza, dados a ser rencorosos y ésto es debido, porque hemos aprendido mal y como consecuencia, cargamos por años, heridas, por cosas, que aunque tengamos razones suficientes, como para estar muy, muy tristes, sin embargo, estando así, nada bueno logramos, porque al final del camino, terminamos convertidos en esclavos de aquel que nos ocasionó el daño o sufrimiento. No permitamos que una mala experiencia, nos amargue la vida, porque si nos apoyamos en la parte positiva que lleva la situación negativa, ésta puede servirnos de MAESTRA, de la cual, aprenderemos. Recurramos al que todo lo puede, a DIOS, quien en su palabra nos exhorta a entregarles todas las cargas. Ver mateo 11:28, el cual reza asi: Venid todos los cansados y trabajados, que yo les haré descansar. Seamos sabios y despojémosnos de la amargura, odio, rencor y todo tipo de sentimientos negativos, para que podamos ser totalmente LIBRES.
BENDICIONES, hasta la próxima
Muy buen art'iculo, esa es la clave del exito.
ResponderEliminar