lunes, 6 de enero de 2014




PONIENDO LOS  PLANES PRIMERO EN LAS MANOS DEL SENOR


Este es un día ideal para que estemos con la mejor de las actitudes, agarrados de las manos del Señor; dándole siempre las debidas  gracias por todo lo que hasta ahora  nos ha permitido vivir, por lo bueno, lo regular y lo malo; porque en todo El Señor se glorifica.

Iniciaremos diciéndoles  que al iniciar un nuevo año es natural que lo hagamos  llenos de sueños y metas a alcanzar; sin embargo también  es posible que las mismas las planifiquemos  sin primero presentarlas ante el trono del Señor; ya que hemos mal aprendido a guiarnos haciendo las cosas a nuestra manera, solos sin que nadie se inmiscuya; sin  embargo  cuando  nos va mal, inmediatamente  culpamos a Dios de nuestras malas decisiones  y esto no debe de seguir siendo así; pues estamos aprendiendo a accionar su palabra, la cual  nos dice que todo lo que hagamos tenemos primero  que presentarlo ante Dios, para que de esta manera nos vaya bien en  el  camino.

Hoy nos dice El Señor, nos dice  que si por casualidad en el pasado año nos fue mal, lo olvidemos de una vez por todas y corramos hacia adelante, para poder llegar a la meta propuesta; haciendo  lo que  dice Filipenses 3:13-13: Olvidando ciertamente lo que queda atrás y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús; Señor nuestro; porque El es poderoso y fiel para mantenernos  firmes; como expresa    Romanos 14:4. 

Dice Jeremías  29:11:  Porque yo se los pensamientos  que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz y no de mal, para daros el fin que esperáis”; lo que significa que  Dios siempre  quiere darnos  lo mejor a cada uno de nosotros; es por eso que para lograr  todos nuestros  objetivos o sueños,  necesitaremos  primero entregárselos al Señor  y luego avanzar hacia adelante, con la  mirada puesta en lo alto y en nadie más ; ya que tenemos de nuestro lado al defensor de nuestra vida, quien pase lo que pase, nunca nos dejara solos.

Finalmente, nunca olvidemos que  solo Dios  es nuestro ayudador y pronto auxilio en todo, por lo tanto todos los días, pidámosles las fuerzas necesarias para hacer su voluntad ; ya que solos  no podemos y  la suya  es buena, agradable y perfecta; porque nadie es como El   y  luego de tantas hermosas promesas,  solo nos resta decirles;

BENDICIONES, hasta   la próxima







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