lunes, 5 de septiembre de 2011

CUANDO LLEGA LA ADVERSIDAD, DEBEMOS ASUMIRLA PARA CRECER, NO PARA LAMENTARNOS

En este hermoso día deseo  compartirles un tema el cual, necesitaremos la dirección de Dios,  para entenderlo.

La mayoría de las  personas, cuando nos toca vivir una situación de dolor o sufrimiento, lo primero  que hacemos  es  pelear con Dios, o volvernos amargados o resentidos. (Debo decirles que a mí me ha pasado ). Les exhorto a que tratemos de no ser así, pues en sentido general debemos reconocer, que  a veces necesitamos ser empujados u obligados a salir de cierta comodidad, pues somos cómodos por naturaleza y sólo cayendonos, es que  podemos levartarnos y cambiar, para el bien nuestro. Ver  Santiago 1:1-18.
Como sabemos, a todos en este plano,  un día nos tocará vivir situaciones dificiles y es necesario que cuando suceda, la  asumamos  con la mejor de las actitudes, sacando de abajo. Nunca dejemos que la misma nos  venza;  ya que si somos valientes y obedientes, Dios tomará esa mala situación y la  convertirá en la mayor de las bendiciones.  Seamos como las aguilas, las cuales cuando les llega los 40 años tiene que tomar una dolorosa decisión, sin embargo, es inteligente y no se queda de alas cruzadas, ni espera la muerte, sino que se reinventa, teniendo que pasar por un proceso muy doloroso, pero luego pasado el mismo, resurge hermosa y llena de energías. (Sería bueno lo leyeran y verán que interesante es este proceso).

Cuando pasen por algún valle de sombra, les exhorto a que le tomen ganas a la vida. Aprendan de los errores.  Sepan que Dios siempre está ahí, aún no lo veamos, El siempre permite para bien y aunque  se sienta y  crea que está solo, no es así, ahí es cuando más cerca está El de usted.  Es el  mejor amigo y alidado que podamos tener.   A  El le pertenece el mundo y su total plenitud.

Hasta la próxima, BENDICIONES




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