EN LOS MOMENTOS DE DIFICULTAD, CONFIEMOS, PORQUE SOLO DIOS PUEDE AYUDARNOS
Este es un día ideal para que estemos con la mejor de las actitudes, porque pase lo que pase, Dios es bueno siempre.
Iniciaremos diciendo que en medio de las mas grandes tormentas, podremos tener paz, si somos creyentes y ponemos por obra la palabra de Dios; es por eso que en lugar de desesperarnos y creer que ya todo está perdido; recurramos a levantar nuestra mirada hacia lo alto y dejemos en las manos del Señor la situación que nos envuelve; luego esperemos y es seguro que veremos a Dios llegar con todo el poder que le caracteriza, a ayudarnos. Ver Isaías 41:3 que dice: Porque yo Jehová, soy tu Dios, quien te sostiene de la mano derecha y te dice no temas, yo te ayudo.
Veamos ahora lo que expresó el predicador Argentino Claudio Freidzon: “El plan y el destino que tiene Dios para ti es mas grande que las circunstancias que estas atravesando. No te rindas“. Excelentes palabras, las cuales nos motivan a continuar esperando pacientemente el tiempo de Dios y aunque no nos agrade esperar, su tiempo siempre es el ideal.
Finalmente, no olvidemos que para lograr que Dios escuche nuestra oración, lo primero que debemos hacer es perdonar a nuestros hermanos, llámese prójimo (Eso no lo hemos inventado; lo dice la oración del Padrenuestro), pues la falta de perdón obstaculiza que la oración llegue a los cielos y luego, es necesario serle fiel en todo a Dios; y no nos preocupemos cómo es que lo vamos a lograr; ya que El nos ha prometido en medio del camino perfeccionarnos; porque sabemos que por el hecho de nosotros haberle entregado la voluntad, no quiere decir que ya estamos perfectos, pues no es así, ya que el cristiano siempre estará en construcción, hasta el final de sus días. Ver Filipenses 1:6 el cual dice: Estando persuadidos de esto, que el que comenzó la buena obra, la perfeccionara hasta el día de Jesucristo; pues aunque El Señor en ocasiones nos permita vivir una que otra situación fuerte, estas no son mas que para fortalecernos, enseñarnos y bendecirnos. Una exhortación: Nunca nos cansemos de orar, ya que la oración cambia las circunstancias. Y luego de todas estas hermosas promesas, sólo nos resta despedirnos, diciéndoles que, Dios es bueno, agradable y perfecto y no hay nadie como El.
BENDICIONES, hasta la próxima
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