lunes, 3 de marzo de 2014



CON TODO Y TODO ME ALEGRARE,  PORQUE DIOS ES BUENO


Este es un día ideal para que estemos con la mejor de las actitudes, agarrados y confiados de las manos del Señor, porque El es fiel  y para siempre es su misericordia.

Iniciaremos en este hermoso día, con lo expresado en Habacuc 3,  del 17 al 18, que dice así:  Aunque la higuera no florezca, ni en las vides haya frutos, aunque falte el producto del olivo y los labrados no den mantenimiento y las ovejas sean quitadas de las majadas y no haya vacas en los corrales, con todo yo me alegrare en Jehová  y me gozare en el Dios de mi salvación y esto es así, porque, como creyentes de la palabra,  tenemos que entender que siempre a lo largo de la vida atravesaremos situaciones; ya que las mismas les suceden a todos los seres humanos, a los blancos, negros, pobres, ricos, creyentes y no creyentes, pues  hasta nos lo dijo Jesús, que en este mundo siempre habrá aflicción, pero que no temiéramos que El había vencido al mundo, ver  Juan 16:33, que así lo expresa.

Dios siempre está trabajando en nosotros, aunque por  el momento no veamos nada a nuestro favor; es por ese motivo que nada debe detenernos, ni desanimar, aunque de veras que reconocemos que existen momentos en que nos sentimos bien mal, ya que estamos en esta carne, pero la buena noticia de todo esto es que  cuando estamos así,  Dios está bien cerca de   nosotros, para que  si se nos cerrare una puerta, abrirnos otras tantas más grandes; solo que existe una condición para lograrlo y es que  tenemos que tener fe, porque sin fe, es imposible agradarlo, ver Hebreos 11:6, que  dice así:  Pero sin fe es imposible agradar a Dios, porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le  hay  y que es galardonador de los que le buscan.

Veamos  ahora una expresión tomada de la página  del Ministerio Cristiano  Nueva Generación para Dios, el cual dice así: Dios es experto en transformar lágrimas en sonrisas, problemas en bendiciones y crisis en milagros.  Esta es una gran verdad, porque su trabajo es obrar en lo difícil e imposible.

Finalmente, El amor de Dios por nosotros es más grande de lo que pensamos o creemos y excede a todo conocimiento, ver Efesios 3,19, que así lo avala; ya que El Señor  nos da más de lo que le pedimos  o merecemos  y lo hace porque  es bueno, agradable y perfecto y nadie es como El.

BENDICIONES, hasta la próxima







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