lunes, 11 de marzo de 2013
DIOS ES NUESTRA FORTALEZA, EN LOS MOMENTOS DE DEBILIDAD
En este hermoso día, esperando se encuentren con la mejor de las actitudes, agarrados de la manos del Señor, porque El es fiel y sus misericordias son para siempre.
Iniciaremos diciendo que, El Señor es nuestra fortaleza en el día de la angustia y conoce a los que en El confían, por lo que, pidámosle su ayuda cuando necesitemos y no hagamos, lo que solemos hacer por costumbre y es, en los momentos de dificultad, salir corriendo a buscar refugio en el hombre, (Me incluyo, porque antes lo hacía); ya que ningún ser humano está capacitado para soportar muchas cargas; sin embargo Dios sí. Ver Mateo 11:28, que dice así: Venid a mi todos los que estáis trabajados y cargados y yo os haré descansar.
Sabemos que estamos viviendo tiempos en que la maldad del hombre se ha multiplicado y por ese motivo, el amor al prójimo, se ha enfriado y ahora nadie confía en los demás, cosa que es muy penosa, pero sabemos que es así; sin embargo pase lo que pase y aunque otros hagan lo incorrecto, es necesario que caminemos con prudencia y pidámosle sabiduría al Señor, para actuar y dar lo mejor de cada uno de nosotros; ya que tenemos que defender nuestra salvación con amor y temblor, pues aquí estamos de paso; y lo que lo importante es la vida eterna que logra el que aquí vence.
Dice la palabra: Por el camino que venga quien te adversa, por ese mismo se tendrá que volver hacia atrás y es así, porque cuando le entregamos nuestra voluntad al señor, por el mismo amor que nos tiene, peleará nuestras batallas; ya que enviará a sus ángeles para que nos acompañen a donde quiera que vayamos. Ver: Salmo 34: 7, que dice así: El ángel del señor acampa alrededor de los que le temen y les defiende.
Finalmente, hoy Dios nos dice: no temáis, no hay Dios sino yo, no hay fuerte, no conozco ninguno. Ver Isaías 44:8 y es así, porque en medio de una crisis o dificultad, lo ideal y correcto es llenarnos de fe y agarrarnos más que nunca de Dios, porque la fe, es lo que lo mueve a obrar milagros. Así es que, vamos, les invito a que se anime a confiar hoy más que nunca y échele ganas a la vida, porque Dios es bueno, agradable y perfecto y no hay nadie como El.
BENDICIONES, hasta la próxima
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